Cumplir 40 años
de existencia…
significa haber
vivido múltiples y diversos momentos lo que permite recorrer la historia, que
a la vez es fuente de ánimo y de energía para seguir gozando el presente y soñando
el futuro.
Tal vez por el nombre (de la niña creada por Quino) o por que quienes mayormente han laborado en este proyecto o, por
su carácter maternal, hablar de Mafalda
generalmente resulta haciéndose en femenino.
Es así como me referiré a ella.
Ella ha crecido hasta los 40 años que hoy 9 de febrero cumple, gracias a cientos de
seres presentes en su vida: su familia, las niñas y los niños y sus familias, los equipos
educativos, las y los amigos y las instancias oficiales. También han
influido en ella seres no tan visibles que habitan esta ciudad: quienes barren
las calles o hacen que llegue el agua y la energía, los vecinos del barrio y
claro, están las otras criaturas, las que baten la cola, las que maúllan en el
tejado o quienes revolotean y cantan por las mañanas, junto con esos seres
verdes que limpian el aire, dan sombra, embellecen y nos alimentan con sus frutos…
todos han tenido que ver.
Ella vino al mundo en el momento que le correspondía, fruto de una esperanza. Llegó de la mano
de quien se ofreció para abrir ese camino, otra niña: Amanda. Fue recibida con emoción y expectativa. Contó con la intuición,
los cuidados amorosos y la escucha de una familia. Su infancia fue como debe
ser la infancia: animada por la resolución de ser amada e irradiar vida, de buscar
la alegría hasta en las raspaduras de rodilla y de darse en cuerpo y alma al
mundo. Aprendió a afianzar sus pasos y desde entonces su andar ha sido firme.
Nunca ha dejado de hablar su lenguaje natural: la risa, el juego, la
imaginación y de vez en cuando el llanto. Creció en un ambiente políglota en
medio de los lenguajes del alma, del cuerpo, de la música, de la literatura, de
los títeres, del teatro, de las artes plásticas y de cuanto la imaginación le
ha dado para expresarse y crear.
noviembre 1975
Salir de la adolescencia le significó ir descubriendo el equilibrio entre cuerpo, mente, emoción y
espíritu. Encontró en las pedagogías propias de pueblos amazónicos lo que realmente
significa la pregunta como motora del
conocimiento (de Paulo Freire) e inspirada en ello,
elaboró una propuesta pedagógica para construir el conocimiento: la exploración asistida. Descubrió también que en
su interior habita una fuente de crecimiento que sigue consultando y aprendiendo
para acallar los ruidos de la mente y escuchar con inteligencia su corazón.
Su madurez se va consolidando cada vez que mantiene coherencia entre
sus actos cotidianos más sencillos con el sentido de su existencia. Aspectos
integradores del quehacer de cada año como la
maestría que nos habita, la consciencia o la creatividad son fuentes para trascender
en la emancipación del espíritu humano. En este proceso saber funcionar en un
mundo real, le ha significado ser meticulosa, planificar, organizar sus recursos
y seguir atentamente las normas, al punto de destacarse haciéndolo. Ha tenido
la oportunidad de compartir su experiencia por medio de diálogos solidarios con
diversidad de gentes que comparten el interés educativo.
A sus 40 años, la posibilidad de un país en paz la conmueve y le pone
de presente su propia visión y misión en la vida:
El proyecto educativo institucional del Centro de Expresión Artística Mafalda es y ha sido basado en la VIDA, en la certeza que nuestros niños y niñas son y serán seres humanos únicos los creadores de la sociedad. Y que el derecho de nuestros hijos e hijas a construir esa nueva sociedad, equitativa y democrática, depende de la conciencia de sí mismo y del otro; que los derechos a la vida son compartidos y mutuos; construidos desde la infancia, en la experiencia socializadora que marca nuestra identidad. Nuestro trabajo se apoya en la curiosidad exploradora y en el juego y en la capacidad de expresión artística de los niños y de las niñas, como camino de construcción del saber y de la acción creadora. (PEI 1999)
texto de la niñas y los niños para el festival 2014
Mafalda sigue dando un paso cada día y fortaleciéndose gracias a quienes han estado y hoy están en su vida.
¡GRACIAS A TODOS USTEDES!
Maritza Díaz
Cofundadora y directora